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UNA RETROSPECTIVA DEL ESTUDIO CITOLOGICO  (PAP TEST)
UNA RETROSPECTIVA DEL ESTUDIO CITOLOGICO (PAP TEST)
6 de Marzo de 2021
Ante todo estimados lectores, quiero agradecer a la sociedad por la oportunidad de hacerle llegar estas humildes lí­neas, para que conozcan la retrospectiva desde mi enfoque de la Citologí­a Exfoliativa o Papanicolaou Test (Pap Smear) hasta nuestros dí­as. Se trata de una técnica desarrollada por el Doctor George Papanicolaou, en la década de los aí±os 1920-1930 para la prevención y detección precoz del cí¡ncer de cuello de útero.
Esta técnica consiste en la toma de células de la superficie del cuello uterino por raspado, para extenderlas sobre un cristal, teí±irlas y observarlas al microscopio. George Nicolí¡s Papanicolaou, Γεώργιος Ν Παπανικολάου, nació el 13 de mayo de 1883, en la provincia griega de Kymi. Con una inclinación especial por la música, estudió violí­n y se interesó por la literatura, la poesí­a y la filosofí­a. En1898, persuadido por su padre, ingresó en la Escuela de Medicina de Derecho de la Universidad de Atenas a la edad de 15 aí±os, disciplina de la que se graduó con honores a los veintiún aí±os. En octubre de 1904 se alistó en el ejército donde fue promovido a asistente de cirujano dos aí±os después. Oponiéndose a su padre, se negó a continuar la carrera militar y decidió ampliar sus estudios en el extranjero.
En 1907 se fue a Alemania. En los tres aí±os que van desde 1907 hasta 1910, estudió Biologí­a y Zoologí­a en las universidades de Jena, Friburgo y Múnich. Durante este tiempo adquirió una rica experiencia de laboratorio, publicó dos artí­culos en alemí¡n y recibió su doctorado (PhD) en la Universidad de Múnich.
En 1910, Papanicolaou regresó a Atenas y se casó con Andromahi Mavrogeni. Participó con el ejército en la guerra de los Balcanes (1912-1913), ascendiendo al grado de teniente médico. Su contacto durante la guerra con griego-americanos cimentó su creencia de que sólo en Estados Unidos se encontrarí­an los medios y las condiciones para la investigación cientí­fica.
El 19 de octubre 1913 aterrizó con su mujer en Nueva York donde le esperarí­a una vida nada fí¡cil; con 250 dólares y sin saber inglés, él se convierte en empleado de una tienda de alfombras alternando con un trabajo en el periódico griego "Atlantis" mientras su mujer cose botones en los grandes almacenes "Gimbels".
Ese mismo aí±o el zoólogo de la Universidad de Columbia, Thomas H. Morgan, que mí¡s tarde recibirí­a el premio nobel, conocí­a la tesis de Papanicolaou, lo que le supuso la contratación en el Departamento de Patologí­a y Bacteriologí­a del Hospital de Nueva York, para trabajar como técnico de laboratorio.
Con su mujer como asistente, trabaja en los experimentos de Stockard sobre el papel de los cromosomas X e Y, y solicita algunas cobayas para continuar y completar las investigaciones experimentales que habí­a comenzado en Alemania; como necesita predecir la ovulación de sus animales de laboratorio, observa la diferente morfologí­a de las células, dependiendo de la fase del ovario ciclo de los mamí­feros, sin tener que sacrificarlos (que era la única técnica hasta el momento disponible para determinar la ovulación). Junto con Stockard publicó sus hallazgos en el American Journal of Anatomy, en 1917, con el tí­tulo "The existence of a typical oestros cycle in the guinea pigs with a study of its histological an physiological changes".
También pudo aislar células cancerosas y enfocó sus investigaciones en ese campo buscando sistemí¡ticamente este tipo de células. Aunque el hallazgo ya se habí­a realizado con anterioridad, lo interesante de Papanicolaou es que supo buscar una técnica para conservar las células con una fijación y tinción adecuadas.
En 1923, en una reunión en Nueva York, sugirió el uso de su método para el diagnóstico de cí¡ncer uterino. Sin embargo James Swing (1866 -1943) uno de los mí¡s eminentes patólogos del momento, expresó su escepticismo y lo cuestionó respecto a la eficacia del proceso para distinguir entre el carcinoma endometrial y el cervical. Al responder Papanicolaou que su técnica efectivamente no diferenciaba ambas afecciones, Ewing replicó que era un procedimiento inútil, ya que era mucho mí¡s fí¡cil y determinante realizar una biopsia.
Pero esta situación no desalentó a George, el siguió adelante lo que demostraba su gallardí­a, quien continuó sus investigaciones sobre frotis vaginales y cervicales. El encontrar neoplasias y adquirir pericia en la diferenciación de los frotis fue para Papanicolaou una de las experiencias mí¡s emocionantes de toda su vida. Papanicolaou prosiguió sus trabajos, pero la comunidad médica, influida quizí¡s por la opinión de Swing, no prestó demasiada atención.
Papanicolaou, en 1928 presentó una comunicación en el "Third Race Betterment Conference" que tení­a lugar en el Balneario de Battle Creek, Michigan, con el tí­tulo “New cancer Diagnosis”. Papanicolaou ofrecí­a detectar el cí¡ncer antes de poder palparlo u observarlo directamente., mediante una técnica sencilla, barata y reproducible.
En el Hospital de Nueva York y con un nuevo equipo, inició una nueva investigación en 1939, en la cual todas las mujeres del servicio de ginecologí­a eran sometidas a una toma de citologí­a exfoliativa, para ser interpretada por Papanicolaou. Los resultados fueron contundentes, ya que el uso rutinario de este método permitió el diagnóstico de un considerable número de casos asintomí¡ticos de neoplasia cervicouterina, algunos de ellos imperceptibles al ojo humano y solamente demostrable mediante biopsia, o este procedimiento.
Hoy en dí­a la lectura de la citologí­a se informa conforme a una nomenclatura internacional actualizada en 2018, conocida como Sistema de Bethesda (írea urbana del estado de Maryland) en EEUU, donde se realizan importantes reuniones de cito-patólogos que han realizado el consenso para la clasificación y establecimiento de criterios que se usan internacionalmente.
La citologí­a cervical ha permitido disminuir las tasas de cí¡ncer de cuello uterino en un 70% en los paí­ses desarrollados.
Se considera que en la mayorí­a de estos paí­ses se realiza lo que se conoce como cribado oportunista, es decir, se aprovecha que las mujeres acuden a la consulta por cualquier motivo para realizarles una citologí­a.
En los últimos aí±os se realiza lo que se conoce como Citologí­a Lí­quida, en la que no se extiende la toma en un cristal o lí¡mina, sino que se deposita en un medio lí­quido en un recipiente, para ser procesado de forma automí¡tica.
La preparación de la toma, en la citologí­a lí­quida, se basa en la homogeneización, dispersión, filtración y transferencia de las células al cristal, en una sola capa celular representativa de la totalidad de la muestra. Este proceso permite la optimización del muestreo citológico al separar el material diagnóstico de detritus, mucus y sangre, eliminado los artefactos.
¿Y qué le espera a la citologí­a en el futuro?
En el momento en que se establezca el test del HPV como técnica de cribado, se implementarí¡ la auto toma, es decir, serí¡ la paciente la que se sacarí¡ la muestra y la depositarí¡ en el lugar correspondiente de su centro de salud para su aní¡lisis. En paí­ses desarrollados ya lo hacen, esperemos esa realidad en los paí­ses mí¡s vulnerables de Suramérica en el futuro.
Cada vez se publican mí¡s trabajos que exponen que la auto toma es tan efectiva como la realizada por un profesional y se barajan opciones distintas como toma de HPV en orina.
La Citologí­a y la Revisión Ginecológica como la hemos conocido hasta este momento, es decir, como la citologí­a y la exploración sistemí¡tica de mujeres asintomí¡ticas estí¡n siendo adaptados a esta nueva realidad, y mí¡s aún en tiempos de pandemia, donde asistir a un centro de salud para un chequeo es casi que imposible, no sólo por el riesgo o miedo al contagio, sino porque dichos espacios y personal estí¡n enfocados a pacientes covid-19. En un futuro próximo, las mujeres enviarí¡n sus muestras para su aní¡lisis a su laboratorio de confianza desde la comodidad de su casa y las que sepan que son portadoras de aquellos virus del HPV de Alto Riesgo y/o aquellas con lesiones precursoras de cí¡ncer cervical, acudirí¡n (si así­ lo desean) para ser exploradas y tratadas previa cita y bajo protocolos de seguridad.


 
Recomendar en:
Facultad de Medicina, Universidad Autonoma de Coahuila, Torreón, Coahuila, Mexico
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