Hace casi un año, apareció en el portal de noticias CNN de Estados Unidos la noticia del “descubrimiento” de un nuevo órgano humano: el intersticio. Tradicionalmente se define al intersticio como un compartimiento contiguo entre tejidos y órganos lleno de fluido (líquido intersticial) que es extravasado desde los capilares y luego recolectado por el sistema linfático; se considera que está menos estudiado que el compartimento intercelular propiamente dicho.

Los autores del reporte citado en portal de noticias afirman que el intersticio tiene una estructura definida con una función definida. Agregan que este “órgano” había sido ignorado hasta ahora, en parte, debido a la deshidratación que sufren los tejidos durante el procesamiento histológico. Fue con endomicroscopía confocal que pudieron identificar el compartimento intersticial en vivo. Respecto a sus funciones, los autores del estudio expresan que aún faltan más estudios para comprender mejor la importancia del intersticio.

Otros investigadores difieren. Para ellos, el intersticio en todo caso es un componente de los órganos ya descritos, respecto de los cuales se conoce en gran parte el papel que desempeña en cada caso. Desde este punto de vista, tal vez las funciones del intersticio sean tan diversas y localizadas que no puedan englobarse dentro de una entidad llamada “órgano”.

En mi opinión, tal vez el conocimiento general que ya se tiene sobre las funciones del intersticio, tales como la regulación hidroelectrolítica, amortiguamiento y comunicación intercompartamental, sea integrado con las funciones intersticiales más localizadas en cada órgano descrito o sistema en particular, por ejemplo, los espacios interlobulillares del hígado, o el mesenterio que cubre el intestino delgado.

En otros casos, inclusive se está considerando definir nuevos órganos basándose en la creciente evidencia de nuevas funciones en tejidos ya conocidos y previamente subestimados en la investigación biomédica, tal es el caso del importante rol endocrino del tejido adiposo. Por último, no olvidemos que el concepto de órgano es tal vez demasiado flexible y basado en clasificaciones previas a los conocimientos y métodos de investigación biomédica disponibles hoy en día.

Y ustedes colegas, ¿qué opinan? ¿El intersticio es un órgano que previamente fue pasado por alto, o simplemente es la revaloración de “un viejo conocido” en el mundo histofisiológico?

Dr. Xavier Ivan Vázquez Morales
Universidad de California